Monday, November 26, 2012

¿Qué leer en el 2013? Recomendaciones de libros

Me suele pasar que cuando me invitan a alguna casa una de las primera cosas que miro, es la biblioteca. Me gusta pispear que es lo que se lee dentro de ese hogar. No es que me vaya a poner a juzgar a los habitantes por su lectura, sino más bien por curiosidad. Algo asi me pasó con el grupo yahoo de beceros de Buenos Aires, que como la biblioteca de cada uno es www.bookcrossing.com, les pregunté cuál había sido el mejor libro que leyeron en el 2012. Por suerte, no se pudieron decidir por uno y asi obtuve una lista muy rica de posibles lecturas para el 2013. "Ladydors, y ahora? ¿Cómo vas a hacer con tanta recomendación? "



Así que recopilé la info que me brindaron los beceros amigos, y se las dejo aca con su link a wikipedia.
Maru_serdeluz nos recomienda:
- Juegos del Hambre, Suzanne Collins (USA)
Género: Distópico y Ciencia Ficción
- La Tienda de Los Suicidas, de Jean Teule (FRANCIA)
Género: Comedia Negra


Para Daniel/akahige-nide lo mejor fue:
- El grito silencioso, Kenzaburo Oé (JAPÓN)
Género: Novela
- León el africano, Amin Maalouf (FRANCIA)

Género: Novela 
- La piedra lunar, Wilkie Collins (UK)

Género: Novela Policial
- El hacedor, Jorge Luis Borges (ARG)
Género: Novela
- Fuegos, Marguerite Yourcenar(BELGICA)

Género: Poesía


- Afganistán, Irán: el imperio empantanado, Juan Gelman (ARG)
Género: Prosa

Cristian/criker

- El ejercito Perdido, Manfredi (ITALIA)
Género: Novela Historica
 
Federico/f+
Nora/Elidanora:
- Crimenes Imperceptibles,Guillermo Martinez (ARG)
Género: Novela
- Acerca de Roderer, Guillermo Martinez (ARG)
Género: Novela
-
El mundo ha vivido equivocado, Roberto Fontanarrosa (ARG)
Género: Cuentos
- La locura de Onelli,
Leopoldo Brizuela (ARG)

Género: Cuentos
- Sonetos del Amor Oscuro,
Federico Garcia Lorca (ESPAÑA)

Género: Poesía
 
Siluvana/Silvana:
- Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías (ESPAÑA). Me lo había recomendado Flor miralejos, apareció al mes siguiente en una reunión y lo capturé al vuelo. Magníficos libro y escritor
Género: Novela
- Música para camaleones, de Capote (USA). Me lo había agarrado en la liberación del encuentro nacional el año pasado, con el asombro que nos da que la gente se acerque a mirar los libros y no se lleven los libros que prometen.

Género: Cuentos Cortos.
- Floreros de alabastro, alfombras de Bokhara, de Angélica Gorodischer (ARG). Y si alguien tiene algo de esta autora (¿los rosarinos, tal vez?) agradeceré préstamo de algún otro libro, porque éste fue tan divertido e inteligente, que me dejó con ganas de leer algún otro. 
Género: Novela

Valeria / mycolorbuttons:
Amsterdam, de Ian McEwan (UK), que en su versión en inglés anda dando vueltas por ahí como anillo. Es un librito chiquito, casi diría que parece inofensivo, pero es una bomba!


Normi:
- El lector , Julio Verne (FRANCIA)



¿Y para Uds? ¿Cuàl fue el mejor libro que leyeron en este 2012?

Actualización:

Recibimos alguns contribuciones de José Garcia, a través de nuestra página de Facebook. Siempre que quieran colaborar recuerden que este blog es de todos los beceros, pueden contactarnos, y si asi lo desean ayudarnos a editar el blog. Los esperamos!


Jose García nos recomienda leer y volver a leer:

- Leviatan - Paul Auster
- Crónicas Marcianas - Ray Bradbury
- 1984 - George Orwell
- Las memorias del hombre del subsuelo - Dostoevski   



Friday, November 23, 2012

El Principito becero


El Principito o mejor dicho, Le Petit Prince del autor Antoine de Saint-Exupéry, era una deuda para mi, nunca lo había leído y, ahora de grande, tenía esa sensación de que tenía que leerlo...  por se un clásico tal vez, por curiosidad, no lo se muy bien. Finalmente el Martes 13 de Noviembre, el y yo nos cruzamos...

Martes 13, 20 hrs, en la Opera, nos juntamos el grupo becero de Buenos Aires en común acuerdo, para intercambiar libros, opiniones y anécdotas entre otras cosas, y el último libro que pasó por mis manos fue "El Principito", y me lo traje, lo leí y lo encontré maravilloso. Por eso se los recomiendo si  nunca lo leyeron y volver a leerlo si así lo han hecho con anterioridad.



Me sorprendió la habilidad del autor para hablar de lo más simple, de los lazos que formamos, de como un niño no le tiene miedo ni a la muerte, o como de adultos ese miedo crece con nosotros y lo cuenta de una forma tan sencilla, que podríamos confundirlo como un cuento para niños, cuando en realidad es un mensaje para nosotros, los adultos, que le damos tanta importancia a las cifras, a los números. 

Entonces, como una lectora que le encanta contagiar la lectura, les recomiendo leer y/o re-leer este cuento maravilloso, y si se quedan con ganas de más, pueden buscar el libro de "El regreso del joven Principe" que ha escrito un empresario, aca les dejo la nota con la que me crucé investigando este libro.


Slds, Ladydors

Fuente de la nota que está a continuación: http://www.selecciones.es/el_regreso_de_el_principito

El regreso de El Principito

Este empresario de 50 años, de más de 1,80 metros de estatura, y de una amplia sonrisa que deja ver sus blancos dientes, no suele ir a las librerías ni a las bibliotecas —sólo lee los libros que le mandan por cortesía—, es licenciado en Administración de Empresas, se mueve en coches deportivos a más de 200 kilómetros por hora, es fanático del golf, del esquí y de otros deportes de riesgo, y de vez en cuando vuela en helicóptero, entre otras actividades. Pero eso no es todo. Su actividad laboral refuerza aún más la distancia que existe entre él y un tradicional narrador: es uno de los dueños del laboratorio Roemmers.

Aun así, este hombre ha logrado algo que muchos escritores —y no escritores, por cierto— desean durante toda su vida: escribir una obra sobre un personaje que fue, es y será trascendental para millones de personas en el mundo. Es que con el libro El regreso del joven príncipe, Roemmers hace revivir a El Principito en una nueva historia que trata del encuentro de un hombre solo que recorre las rutas patagónicas y se encuentra en el camino a un adolescente desvalido, casi muerto de hambre, que resulta ser el Principito, de vuelta en la Tierra. El joven sube al coche y, durante el viaje, ambos entablan un diálogo sencillo pero profundo que trata de desnudar los grandes interrogantes de la existencia.

Es cierto que muchos autores han escrito sobre personajes de la literatura universal; lo sorprendente es que el libro de Roemmers tiene la “bendición” de la Fundación Saint-Exupéry, dueña de los derechos de reproducción de El Principito.
Nunca antes los herederos del escritor y aviador francés habían realizado una movida de este estilo. De hecho, como norma general, la fundación no aprueba ningún tipo de texto que trate de El Principito. Y sin embargo, en esta caso sí lo hizo, e incluso Frédéric D’Agay, sobrino nieto de Saint-Exupéry y presidente de la fundación, prologó la obra del autor argentino.

“Este Principito no es más que el mismo Saint-Exupéry. Es su alma de niño que creció sin volverse jamás realmente adulta, viviendo en el cielo y las estrellas en busca de la tierra de los hombres, responsables y únicos. Al partir, nos legó un tesoro y nos pidió con vehemencia en la última frase del libro: ‘No me dejéis tan triste. Escribidme enseguida, decidme que el Principito ha vuelto...’”, cuenta D’Agay en un capítulo del prefacio. Sesenta y cinco años después, Roemmers ha cumplido el deseo al aviador francés.

P: ¿Por qué decidió escribir una nueva historia del Principito?

R: Yo quería hacerle un homenaje a su autor, Antonie de Saint-Exupéry, y qué mejor que cumplir con un deseo suyo. Desde que leí El Principito, cuando tenía unos diez años, me sentí muy identificado con sus valores y me impactó como ningún otro libro lo había hecho hasta ese momento. Estaba conmocionado, pero a la vez un poco triste. El tema de su partida —al final de la historia— me dio mucha pena, me dejó un sabor amargo. Quería que la historia continuara. Recuerdo que en aquel entonces sentí que tenía que lograr la vuelta del Principito de alguna forma para darle un final feliz a la historia: incluso pensé en escribirle a Saint-Exupéry para pedirle que lo hiciera, pero luego no hice nada. Quedó todo en la intención. Unos años después, siendo adolescente, volví a leer el libro y volvió esa misma sensación de tristeza.

P: En la presentación de la novela, usted comentó que en su adolescencia y juventud se había dado cuenta de que no estaba viviendo la vida tal como quería vivirla. ¿Qué era lo que le pasaba?

R: Más o menos a los 18 años, me di cuenta de que realmente no estaba disfrutando de la vida. No solo porque no hacía las cosas que yo quería sino porque era una persona muy racional (con el tiempo observé que para ser feliz hay que lograr un equilibrio entre la emoción, el sentimiento y la razón). Me faltaba vivir con más sentimiento. Buscaba el sentido de mi vida como un objetivo, como un lugar adonde ir, pero en realidad la felicidad se encontraba en vivir cada momento, en disfrutar el camino hacia la meta. Por otro lado, me afectó el desa-rraigo que sufrí en mi juventud. Yo siempre tuve muchos amigos y he adjudicado un gran valor a la amistad. Pero cuando terminé primaria me cambiaron de colegio: tuve que volver a integrarme a un nuevo grupo en secundaria; a los tres años, me fui a vivir a España, y de nuevo lo mismo. Al poco tiempo de comenzar la universidad, donde ya tenía un grupo, volví a Argentina. Con esa vida nómada era complicado mantener un núcleo de amigos y siempre tenía que integrarme. Así se me hacía difícil vivir la vida que quería. Por último, cuando estaba en España, solía montar en moto por las montañas y sin darme cuenta estaba meditando, no pensaba en nada, solo miraba las montañas en silencio durante varias horas. Me hacía bien. Cuando volví a Buenos Aires dejé de hacerlo y, sin notarlo, dejé de meditar. Eso me hacía sentir melancólico, triste, pero por suerte lo superé poco a poco yendo al campo, en Córdoba.

P: ¿Allí fue donde escribió El regreso del joven príncipe?

R: Sí. Recuerdo que fue en julio de 1999. Lo escribí de un tirón en solo nueve días. Cogí un estuche, un bloc de hojas y me fui para Córdoba. Solo paraba para comer y dar alguna que otra vuelta por el campo.

P: ¿No es muy poco tiempo?

R: Puede ser. Pero me salió así. En esa etapa —ya tenía unos 40 años— me sentía pleno. Me acuerdo que a los 18 comencé a leer libros de superación personal, de Filosofía, para tratar de estar mejor, para entender por qué a veces no me sentía bien. Y me llevó más de diez años superar esa tristeza, aunque también me di cuenta de que no es tan fácil lograr y mantener esa plenitud. Por eso quise publicar el libro.

P: ¿Pensó en este relato como una continuación de El Principito?

R: No. Siempre lo pensé como un homenaje al Principito y a su autor. Creo que es un complemento espiritual que prolonga, amplifica y le da actualidad al mismo mensaje, con un lenguaje universal, tal como el que utiliza la obra original de Saint-Exupéry. Diría que es una segunda etapa, más que una continuación.

P: ¿Y qué mensaje quiere transmitir?

R: Siempre he tratado de vivir acorde con los valores que se sostienen en El Principito, aunque no ha sido fácil, y en esa novela tampoco hay pautas de cómo vivirlos. El protagonista dice lo que es bueno, aquello malo en lo que uno no debe caer, pero creo que faltan más indicios. Este libro quizás es la guía que yo hubiera necesitado leer en mi adolescencia.

P: Recuperó a El Principito en 1999, pero recientemente se ha editado de forma masiva.

R: Cuando escribí el libro no hubo interés por parte de la Fundación Saint-Exupéry en darle su aprobación. Ellos tienen como norma no aceptar ninguna continuación de la historia original. En aquel momento, me dio lástima ya que el libro transmitía buenos valores. De todas maneras, edité unos 6.000 ejemplares y se los regalé a mis amigos y a varias escuelas. Me animó un poco la opinión de todos cuando me comentaron que el texto les servía.

P: Lo habrá desilusionado la respuesta de la fundación...

R: Mirando la situación en retrospectiva, que es cuando muchas cosas toman sentido, lo entiendo. Incluso, en aquel momento no tenía el tiempo necesario para dedicarle al libro. Todo se da cuando se tiene que dar y en la forma en que se tiene que dar. Lo difícil es saber darse cuenta: hay que elegir cuándo luchar para cambiar las circunstancias y cuándo hay que aceptarlas y esperar un nuevo momento. Es una intuición. Y eso pasa todo el tiempo, tanto con las situaciones cotidianas como con las importantes. La vida te da señales y hay que estar atento a ellas.

P: ¿Qué cambió para obtener la aceptación de la Fundación Saint-Exupéry?

R: Hace un tiempo, se realizó una muestra de los viajes que Saint-Exupéry hizo por la Patagonia cuando trabajaba para Aeroposta Argentina. A fin de organizarla, Frédéric D’Agay visitó varias veces el país para recopilar información —también para escribir un libro al respecto— y pudo observar que incluso muchos habitantes de los pueblos donde el escritor paraba creían que él era argentino. A través de esas visitas, D’Agay escuchó anécdotas, testimonios, descubrió cartas y fotos de Saint-Exupéry que desconocía, y se dio cuenta de cuánto había estado influenciado el autor por la Patagonia. Es más, en el prólogo dice que Saint-Exupéry pudo haberse inspirado en la geografía argentina que miraba desde el cielo para escribir El Principito. Durante la exposición tuve la oportunidad de darle mi libro. Cuando lo leyó, aparentemente le gustó porque a los pocos meses me llamó, desde Francia, y me propuso hacer el prólogo.

P: Ahí tocó el cielo con las manos…

R: Realmente me sentí muy contento. Cuando volví a leer mi relato para editarlo me llamó la atención algo en lo que no había reparado antes y fue que el personaje trata de sorprender al lector con el prejuicio. ¡Qué curioso que yo escribiera esto así!, pensé y quizás era un reflejo de lo que me ha pasado en mi vida.

P: ¿Cómo piensa que este libro puede llegar a los adolescentes que están alejados de la lectura?

R: A todos nos atraen las historias. Creo que cuando uno lee el libro de El regreso del joven príncipe es como que se vuelve “mejor persona”; te dan ganas de abrazar a alguien, quieres compartir la historia, de leerle un fragmento a quien quiera escucharte. Quizá llegue por ese lado.

P: Hoy día, para muchos la amistad ha dejado de ser un valor, o bien ya no es muy respetada: ¿piensa que hay un camino para volver a hacerla vigente , así como a otros valores presentes en la historia?

R: Sí, creo que hay un camino pero es fundamental buscarlo y encontrarlo. De lo contrario, el progreso no nos va a llevar a ninguna parte. Toda la revolución tecnológica y comunicacional tiene que estar acompañada por una revolución espiritual porque sino seguramente nos vamos a comunicar pero no habrá experiencias que nos enriquezcan. Hoy se busca que las cosas sean rápidas y somos una sociedad que premia solo el buen resultado. Pero yo me resisto a eso: sí hay que tratar de tener buenos resultados pero no de cualquier manera ni a cualquier precio. Creo que importa la forma como se hacen las cosas, no sólo es importante llegar.

P: ¿Esto habla un poco del concepto que se menciona en el libro: “la única manera de cambiar el mundo es cambiar uno mismo”?

R: Como concepto no es original mío, sino que surge de la cultura oriental. Tal vez la mejor forma de cambiar el mundo es cambiar uno mismo, pero yo me jugué a cambiarla y decir que es la única forma. Si uno no cambia, no cambia nada. Mientras no haya nada que se modifique dentro de nosotros, no hay forma de que cambie el mundo. Creo que venimos al mundo para ser felices —no para sufrir—, y tenemos que lograr que todos lo sean. Pero esa felicidad debe ser profunda, tiene que surgir de saber que uno está evolucionando, que está haciendo algo por el prójimo.



Wednesday, November 21, 2012

Salgan con una mujer que no lee!

Navegando el foro becero de Bookcrossing España  me encontré con este texto que fue extraído del una bloguera que se hace llamar "La nena Mounstro", quién tradujo el texto original que está en este blog: Though Catalog, uff pensé que nunca iba a llegar al origen! (cantemos: "Hay que llamar al palo para que saque al lobo, hay que llamar al lobo para que saque a la chiva, y la chiva no quiere salir de ahi... ")

Volviendo al tema, el texto se titula: Salgan con una mujer que no lee/You Should Date An Illiterate Girl y se los dejo para que lo lean y me cuenten que les pareció



Salgan con una mujer que no lee

Salír con una mujer que no lee. La pueden encontrar en un aburrido y mugroso bar cualquiera. La pueden encontrar entre la humareda de cigarros, sudores de borrachos y luces multicolores de un exclusivo antro. Donde sea que la encuentren, ella estará sonriendo. Asegúrate que insista en seguir hablando, aun cuando la gente que esté con ella aparte la mirada. Atráela con trivialidades poco sentimentales. Escoge frases hechas mientras te ríes por dentro. Por las noches quédate con ella más tiempo del debido cuando sea necesario. Ignora tu palpable y evidente cansancio. Bésala en la lluvia bajo el débil brillo de una lámpara callejera, hazlo así porque lo viste en una película. Observa la falta de significado que tiene. Llévatela a tu departamento. Descarta la idea de hacerle el amor. Cógetela. 

Permite que la ansiedad por tener un contrato que ni siqiuera está escrito te envuelva suave e incómodamente en una relación. Encuentra intereses en común en el mismo terreno como que les guste el sushi o la música regional. Construye un impenetrable lugar en ese terreno. Hazlo sagrado. Retírate cada vez que los vientos se pongan fuertes o las tardes se hagan demasiado largas. Habla de cosas sin importancia. Piensa poco. Permite que los meses pasen desapercibidos. Pídele que se mude contigo. Déjala que ella se encargue de la decoración. Discutan por cosas ilógicas como por ejemplo, que la puta cortina del baño necesita cerrarse para que no se junte el moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Empieza a darte cuenta. 

Imagínate que probablemente te vas a casar con ella porque ya perdiste mucho el tiempo de todas maneras. Llévala a cenar al piso cuarenta y cinco de ese restaurante que está fuera de tus posibilidades. Asegúrate de tener una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que traiga una copa de champagne con el modesto anillo dentro de el. Cuando ella se de cuenta, pídele que se case contigo con todo el entusiasmo y la sinceridad que puedas mostrar. No te preocupes si sientes como que tu corazón se estrellara en un vidrio. Para el caso, tampoco te preocupes si de hecho no lo sientes. Si hay aplausos permite que se estanquen. Si ella llora, sonríe como si nunca hubieras estado más feliz. Si ella no lo hace, sonríe de todas maneras. 

Deja que los años pasen desapercibidos. Consigue una carrera no un trabajo. Compra una casa. Ten dos hijos asombrosos. Trata de educarlos bien. Falla frecuentemente. Cae en una aburrida indiferencia. Cae en una indiferente tristeza. Ten una crisis de la mediana edad. Lleguen a viejos. Contempla tu falta de logros. Siéntete por momentos satisfecho pero la mayor parte del tiempo siéntete vacío y etéreo. Siente, cuando salgas a caminar que quisieras no regresar o como si el viento pudiera llevarte. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de darte cuenta que la mujer que no lee nunca hizo temblar tu corazón con una verdadera pasión, que nadie va a escribir la historia de sus vidas, y que ella va a morir también con solo un leve y atenuado arrepentimiento que nada surgió de su capacidad de amar. 

Haz eso ¡maldita sea! porque nada jode más que una mujer que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una vida en el infierno. Hazlo, porque una mujer que lee, posé un vocabulario que puede describir el amorfo desencanto que provoca llevar una vida insatisfecha - un vocabulario que analiza sintácticamente la belleza innata haciendo del mundo un lugar de necesaria accesibilidad en lugar de un ajena maravilla. Una mujer que lee tienen un vocabulario que sabe distinguir entre la engañosa y desalmada retórica de alguien que no puede amarla, y la desesperación inarticulada de alguien que la ama demasiado. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi raciocionio insustancial un truco barato. 

Hazlo, porque una mujer que lee entiende la sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura vienen en un esporádico pero reconocible intervalo. Una mujer que lee, sabe que la vida no es una gráfica; sabe que hay puntos bajos los cuales llegan con el flujo de la decepción. Una mujer que ha leído entiende el sentido de las pausas irregulares en el titubeo de una respiración de una mentira constante. Una mujer que ha leído, percibe la diferencia entre un esporádico momento de rabia y un constante y arraigado hábito de alguien que, su amargo cinismo lo ciega, lo ciega al punto de no tener razones lógicas, o propósitos y que insiste a pesar de que ella ha hecho sus maletas dándole una despedida renuente y donde ella ha decidido que yo soy puntos suspensivos y no un periodo. Sintaxis que da el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida. 

Salgan con una mujer que no lee, porque la mujer que lee sabe la importancia de la trama. Ella podrá seguir la delimitación de un prólogo y la filosa cresta de el clímax. Ella los siente en su piel. La mujer que lee será paciente con los intervalos y agilizará un desenlace. Pero por sobre todas las cosas, una mujer que lee, sabe mejor que nadie el significado de un inminente final. Y está de acuerdo con eso. Ella le ha dicho adiós a un sin fin de heroes con solo una pizca de tristeza. 

Sal con una mujer que no lee, porque una mujer que ha leído va a ser la narradora de sus vidas. Tú con la Joyce, tú con Nabokov, tú con la Woolf. Tú en la biblioteca, en el andén del metro, tú en la esquina del café, tú en la ventana de tu habitación. Tú que has hecho mi vida tan malditamente difícil. La mujer que ha leído le ha dado un giro a su vida atascandola de significados. Ella insiste en que tiene una gran narrativa, que su reparto de soporte es colorido, y su tipo de letra es valiente. Tú, la mujer que lees me hace querer ser todo eso que no soy. Pero soy débil y te voy a fallar , porque tu has soñado adecuadamente, con alguien mejor de lo que yo soy. Tu no vas a aceptar una vida como la que describí al principio de este escrito. Tu no vas a aceptar nada menos que pasión, y perfección y una vida digna de ser contada. Así que aquí termino contigo, mujer que lee. Toma el próximo tren al sur y llevate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.



Slds,
Ladydors

Tuesday, November 20, 2012

La magia de los libros!

Si vamos por la calle preguntando "Por qué leemos?" vamos a conseguir muchas respuestas distintas. Desde trabajo, estudio, pasando por curiosidad, hasta llegar al placer.

Dice Pablo Neruda: 

Read and Release at BookCrossing.com..."Muere lentamente quien abandona antes de empezar, quien se queja de su mala suerte, quien no viaja, ni lee, quien no sueña, quien no confía, quien no lo intenta..."


Leer se podría comparar con un viaje, nos transporta a otro tiempo, a otro escenario, encontramos situaciones conocidas, conocemos situaciones nuevas, se nutre la mente y el alma, nos hace mas sabios e ignorantes al mismo tiempo.

Read and Release at BookCrossing.com...‎"De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo...Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria."  
Jorge Luis Borges

 Yo leo con y por placer, leo lo que me gusta leer, sin sentir obligación ni compromiso. Leo porque en cada lectura me subo a la aventura de mi interpretación y la imaginación se desata, sin límites, ni tiempo. Con cada lectura los viajes son distintos, a veces de ficción, a veces entre épocas y siempre dejan algo, poquito, mucho, no importa.  

Read and Release at BookCrossing.com...“La lectura nos regala mucha compañía, libertad para ser de otra manera y ser más”. 
Pedro Laín Entralgo

Cuando termino de leer un libro, me encanta compartir mi experiencia con los demás, siempre voy comentando a mi gente sobre lo que estoy leyendo, y me pasó de convertirme en una contagiadora, de provocar en el otro ganas de sumarse a la aventura que yo estaba viviendo, asi he convertido a varios a adictos de Asimov, por ejemplo, y es muy gratificante! y Bookcrossing tiene mucho de eso, compartir, aconsejar, dar puntos de vista, y me encanta! 

Read and Release at BookCrossing.com...“Por grandes y profundos que sean los conocimientos de un hombre, el día menos pensado encuentra en el libro que menos valga a sus ojos, alguna frase que le enseña algo que ignora”.
Mariano José Larra

Y vos? por qué lees?



Slds, ladydors (becera)